miércoles, 23 de abril de 2008

comentario segunda entrevista

La familia ente organizador de la psiquis
Por Ximena Cabrera


La familia es la forma de organización más antigua que se conoce. Es de “un fenómeno altamente artificial, construido, un fenómeno cultural”[1], dado a que no corresponde a las leyes establecidas por la naturaleza.

Al ser la familia un espacio de socialización, permite organizar a las personas, es decir, su estructura psíquica. Es en la familia donde un niño desde antes de nacimiento hasta los cuatro años, crea sus primeros vínculos afectivos. Base fundamental para interactuar y establecer relaciones futuras. Entonces, es gracias a la organización de la familia que el niño determina el humanizarse.

Por otro lado, la familia es universal en cuanto a sus leyes y principios. No todos son iguales porque se han instaurado en un determinado momento cultural, lo cual le designa características propias. Por tanto, el tiempo, el paso de una generación a otra, permiten establecer familias según determinadas normas.

De ahí, que la familia de un adulto mayor, como la de don Gregorio Quiguanás, conformada el 15 diciembre de 1947, en Toribio Cauca, difiera de la conformada por la de sus hijos y mucho más, en la de los nietos. En la época de éste abuelo al igual que en la actual, los padres quieren lo mejor para sus hijos, sólo que antes se aseguraba con el matrimonio y preferiblemente con una mujer virgen.

En la actualidad, el matrimonio es una novedad, además, que en el, ya no se establece la familia. Los hijos llegan antes de conformar un hogar. Por ejemplo, en Colombia, una de cada cinco adolescentes, entre los 15 y 19 años, ya ha sido madre o está embarazada de su primer hijo[2]. Es decir, que una de las leyes y principios de la familia, como la forma del matrimonio haya casi que desaparecido.

Líneas atrás, planteaba que los padres siempre quieren lo mejor para uno, para ser referencia al caso del abuelo Gregorio Quiguanás. Se casó con “una mujer de segunda mano”[3] ya que para esa época, así se consideraba a una mujer que ya había tenido una hija. Sus padres, no estaban muy de acuerdo con la situación, sin embargo lo apoyaron. Entonces, yo me pregunto ¿si querer los mejor para los hijos, en aquella época era que el matrimonio se diera con una mujer virgen, que pueden decir los padres actuales que sin terminar de formar a su hija de quince años, ya están en la crianza de sus nietos?

Que paradoja, antes era normal que a los 19 años se conformara una familia propia, pero ahora a esa edad sólo proliferan las madres solteras. No es que sea un pecado ni mucho menos que pretenda criticar a las jóvenes que ya son madres. Sólo que antes, para las mujeres tener acceso a la educación, era casi un privilegio. Por fortuna, no lo fue para las hijas de don Gregorio Quiguanás. Ellas, si asistían a la escuela de Toribio. Pero para otras mujeres, como mi abuela Fanny Suarez, la educación era casi que exclusiva para sus hermanos. Ella debía dedicarse a cocinar y ayudar a su madre en los quehaceres del hogar.

Desde luego, las condiciones para la mujer han cambiado. Ahora, es más fácil educarse y ser independiente pero ¿será que no todas los están aprovechando, por dedicarse a ser madres desde los catorce años tendidos en cuenta que existen métodos anticonceptivos y que las enfermedades de transmisión sexual son cada vez más?

Dejando de lado, el rol de la maternidad, es vital plantear que la familia es un dato universal, porque no existe ninguna sociedad que este desprovista de una institución que cumpla una o varias de las mismas funciones como la producción y el consumo de bienes, el lugar donde se ejercen la sexualidad entre los compañeros autorizados, se da la reproducción biológica y la crianza.[4]

Esta ultima, por cierto, en la época de don Gregorio Quiguanás era de carácter consuetudinaria, por costumbre se sabe que los papás educan a sus hijos, pero que los abuelos pueden intervenir. Contrario a la privatización, donde sólo los padres son quienes forman a sus hijos. En última instancia, aparece la figura de paternidad ciudadana, donde todos (padres, escuela, familia en general) intervienen en el comportamiento de los hijos.

Al retomar el caso de don Gregorio Quiguanás, en cuanto a las funciones de la familia, como la definición de tareas, él comentaba que las actividades de la cocina le correspondían a las mujeres, y que el trabajo de la tierra era sólo de él. Les enseñaba pero ellas, no se dedicaban a la recolección de alimentos. “Nunca aguantábamos hambre, lo cultivábamos todo. Solo comprábamos panela, manteca y arroz que era como a diez centavos la libra”[5]

En cuanto a los rituales o estilos de vida, se hacia el control de salud, con un medico tradicional, que aconsejaba enchumbar. Es decir, envolver al recién nacido desde los hombros hasta los pies con un pañal de tela, para que no caminara con las piernas abiertas. Eso ya no ocurre en la actualidad con tanta frecuencia, porque esa “sabiduría” de aquel entonces, se cree que son mentiras.

Una celebración, pero de carácter religioso, era el día de la virgen del carmen. En cuanto a su cultura, una actividad propia, era el baile de la chucha, que se celebraba cada que se inauguraba una casa. La palabra chucha, no representaba el animal como tal, sino que era una figura hecha con material de paja, como si fuera una piñata que se destruía al culminar la construcción de una casa. La fiesta, tenía como principal menú el sancocho de gallina. (Otro tipo de comida muy frecuente eran la arepa, el envuelto y café al desayuno)

No sólo se prepara la llegada a una casa nueva, sino, que el cuerpo también, además, esta en continua purificación, a través de la limpiezas, como el refrescamiento entre otras, que consisten en liberar el alma. “Purificar los pensamientos”. Es una oportunidad de hacer un alto en el camino, para alcanzar de nuevo la armonía perdida. Por ejemplo cuando hay disputas se debe conciliar.

De acuerdo, a las relaciones afectivas, se prohibía el incesto y en caso tal, eran castigados. “Las mujeres debían casarse con un hombre mucho mayor que ellas para remediar el error.”[6] Cuando el hombre, tenia una mala conducta con su compañera, hacia la confesión a la comunidad con la cual habitaba y se comprometía a cambiar.

A manera de conclusión, la familia es el eje de la sociedad, se organiza según la cultura y es la primera institución donde el individuo marca su proceso de humanización. La familia es universal por su aplicación[7]. Entonces, es en la familia donde nos aportan conocimientos y características que nos permiten identificarnos ante la sociedad. Convivir con la familia es la primera forma de socialización del ser humano.








[1] AUGE, Heritiere FranÇoise. Las sociedades humanas y la familia. EN la enciclopedia francesa Universales. 2001. Pág. 12

[2] Información encontrada online. http://www.elpais.com.co/historico/sep162006/REG/madrejoven.html
[3] Apartes de la entrevista realizada a Gregorio Quiguanás.
[4] AUGE, Heritiere FranÇoise. Las sociedades humanas y la familia. EN la enciclopedia francesa Universales. 2001. Pág. 12
[5] Apartes de la entrevista realizada a Gregorio Quiguanás.
[6] Apartes de la entrevista realizada a Gregorio Quiguanás.
[7] AUGE, Heritiere FranÇoise. Las sociedades humanas y la familia. EN la enciclopedia francesa Universales. 2001. Pág. 8

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